Por supuesto que a mi compadre Richard, a quien más...
Mi segundo día, de paso por
Santiago, he fotografiado esta mañana el fin de la huelga de hambre de los estudiantes secundarios, después me puse a hacer registros de la Universidad de Chile en toma, con algunos afiches, rayados y graffitis encontrados alrededor,
pero faltaba todavía algo.
Luego de todo eso me puse a vitrinear
lo que ofrecen los vendedores apostados en las afueras de la universidad, generalmente
artesanos y vendedores de libros, no son pocos, nada de tontos y menos ahora,
que circula mucha gente por esto de las movilizaciones.
Incluso al tipo de las chapitas
le compré una que decía, “No al lucro en la educación, sí en las chapitas” y
claro, otra cosa sería hipocresía. “Hasta
la Camila (Vallejos) los ha visto y me felicita” me señala el vendedor.
Si Jesucristo (o en su defecto
don Andrés Bello) se hubiera dignado a aparecer en ese instante hubiera barrido
a patadas con todos por convertir su templo del saber en un mercado pero así
vamos. Y sin duda la paliza me tendría a mí a la cabeza porque además de la chapita
me hice de un bonito grabado sobre tela para colgar en alguna pared de mi casa.
Estaba realmente entretenida aquella sacrílega actividad.
Entonces ocurrió lo inesperado.
Entre las revistas y libros ofrecidos por una chica me lo encuentro, el primer
y único ejemplar de la desaparecida (obvio) revista de cine Ultima Butaca.
Ultima Butaca fue la revista que
intentó continuar el legado de la también revista Racontto, que sí tuvo muchos
números entre el 2001 y el 2005 y en la cual colaboré.
Una publicación de cine surgida
en Valparaíso por iniciativa de los periodistas Richard Muñoz y Miguel Chamorro
y que luego de 17 ejemplares tuvo que cerrar porque a una productora de
Santiago se le ocurrió no sólo ocupar el mismo nombre si no que además
inscribirlo como registro. Así es que llegó la repre legal y bueno, el adiós de
Racontto.
De ahí surgió Ultima Butaca, con
el último esfuerzo de los mencionados Muñoz y Chamorro aunque también
presionados por los nuevos proyectos que tomaba el primero. Sólo un número
alcanzaron a editar y tuve la suerte de participar también ahí, donde el tema
de portada era el manifiesto del grupo Nueva Sangre, además de incluir
artículos sobre Tarkovsky, la película Largo Viaje y una entrevista al crítico
Héctor Soto, entre otras cosas.
He colaborado con muchas
publicaciones escritas y electrónicas, pero tanto Racontto como Ultima Butaca ocupan
un lugar significativo en el recuento. Ultima Butaca fue de hecho la revista
que le llevé de regalo a Raúl Ruiz cuando lo fotografié y lo entrevisté en
Valparaíso. Incluso posó para un retrato con la revista.
Ambas trataban de cine, había un
verdadero esfuerzo por apuntar a lo local y se repartía gratis.
De ahí también la sorpresa por
encontrármela después de casi 5 años desde su edición (Ultima Butaca fue
editada el 2006), no sólo por el hallazgo, si no que por que obviamente estaba
a la venta ! Por supuesto que pregunté su valor: 1500 pesos. No está mal. En su
momento los hubiera costado fácil. Honores aparte, estábamos en la misma
vitrina que un libro de Rodrigo Lira, así es que más pecho no podía sacar.
Tengo que llamar a Richard, o mejor aún, escribir este post. O las dos cosas.
Tengo que llamar a Richard, o mejor aún, escribir este post. O las dos cosas.
La simpática vendedora, le conté la historia, se cagó de la risa. |
El mítico ejemplar |