Joao Gilberto
“Live in Montreaux” (1987)
A mi entrañable parceiro Claudio Alberto, su vieja y perdida radio Aiwa y esa pequeña pero increíblemente acogedora casa en Rio de Janiero, lugar de tantos buenos descubrimientos.
“El podría estar leyendo un periódico y aún así sonaría bien”
Miles Davis sobre Joao Gilberto
Si el disco anterior era pura arqueología musical sobre los inicios de la propuesta de Joao Gilberto, éste contiene la perfección más alta de la misma. El mejor regiistro vocal de su carrera junto con su celebrado dueto con Satn Getz en 1964
Alejado del estudio y de los arreglos de cuerdas que poco favor le hacían a veces a su música, el bahiano se nos explaya aquí a sus anchas en lo que mejor sabe hacer: (en)cantar a pura voz y guitarra.
Fue lo primero que escuché de Gilberto y por muchos motivos es imposible olvidarlo. Eran los tiempos de la universidad y la antigua casa del gran Claudio Alberto, en una de esas fundacionales y sicodélicas experiencias con la música brasileña, cuando nos reuníamos con Evelyn, Shamán, mariano, Makuc, Angelo y tantos otros en torno a su vieja y destartalada radio casette que no obstante conservaba un sonido impecable.
Ni hablar de mp3 entonces, y los pocos cds que llegaban tenían un precio altísimo. Había que estar atentos con algún amigo o conocido que de repente había grabado algo, insistir a Edwin que le pidiera a la madre de su novia esos increíbles casettes traidos directamente desde Brasil o bien colgarse de la desaparecida Radio Clásica. Esto había sido grabado así, desde la radio y tenía el final del concierto cortado.
Obviamente aquello no fue impedimento para quedar inmediatamente sorprendido y enamorado de Joao tal y como el mundo en 1959 cuando su primer disco. Esta grabación de 1987, con su estilo y técnicas absolutamente depuradas, contiene un repertorio exquisito y un sonido notable; en medio de uno de los festivales de jazz más importantes del mundo, Joao encontró un público que no sólo conocía su obra sino que además la celebraba efusivamente.
Y no era para menos, canciones como “Retrato em branco e preto”, “Pra que discutir com madame”, “Estate”, “Adeus América”, “A felicidade”, en lo personal difícilmente puedan ser superadas en alguna otra interpretación posterior.
Nada más que agregar a la figura, la obra y la influencia de uno de los artistas puntales del siglo XX.
Descargue esto x aquí, pero después métalo en su reproductor portátil y se va directamente a la playa más cercana a consumar la magia del momento.

Joao Gilberto
“Grabaçoes na casa de Chico Pereira” (1958)
El disco es un regalo de los dioses del siglo XXI para la humanidad, porque sin interrnet mediante dificilmente podríamos haber oido las primeras grabaciones que se tengan registradas de uno de los músicos brasileros más maravillosos e influyentes de todos los tiempos.
João Gilberto Prado Pereira de Oliveira revolucionó al mundo musical cuando en 1959 grabó su primer disco “Chega de saudade” y mostró al mundo como debía interpretarse a pura voz y guitarra el invento musical que asomaba al mundo: la Bossa Nova.
La batida y el canto de Gilberto fueron de tal impacto que dividieron a la música brasilera en un antes y después. Antes de Joao, el samba, el choro, los ricos ritmos tradicionales del Brasil y que tuvieron en Pixinguinha, Cartola, Ary Barroso y Doryval Caymmi algunos de sus genios mayores. Después de Joao, la bossa nova y casi todo lo que vino después. Toda la Música Popular Brasilera (MPB) le debe algo de su música a esa invención de Joao germinada en frente de la incompresión de no pocos.
Cuenta la historia que Giberto se negaba a trabajar en nada que no tuviera que ver con su música y vivía de prestado en casas de amigos durmiendo por el día y practicando de noche encerrado en el baño para probar la acústica que su propuesta necesitaba: el fraseo cadencioso, las sílabas alargadas, las voz baja, la guitarra a tiempo distinto de la voz. Así pasaron los años hasta el lanzamiento de “Chega de saudade” y el comienzo de la leyenda.
La invención primera de Joao puede apreciarse en este joya rescatada hace poco y que contiene grabaciones realizadas en la casa del fotógrafo Chico Pereira en 1958. Todo cuanto suena aquí es pura Bossa Nova: las músicas de Joao, las copas de alcohol que suenan en las mesas, las conversaciones entre el músico y su improvisado público, la playa a unos pocos metros, la noche que parece nunca querer acabar. Hay más de 20 canciones incluídas algunas que nunca llegaron a ser grabadas en disco por Gilberto, como “Beija-me” y “João Valentão”.
Si bien el sonido no es de lo más óptimo, que mejor lujo que este para comenzar la primavera, tal y como lo hizo el mundo hace casi 60 años, cuando un excéntrico y perfeccionista muchacho bahiano lo apostó todo por sacar fuera la música que le latía por dentro como si de un nuevo corazón se tratase.
descargar y disfrutar !!
Inicio | Sobre Luces y Sombras | Sobre el Autor | Cómo navegar por el sitio | Ultimas Fotografías | Indice de Fotografías
Inicio | Sobre Luces y Sombras | Sobre el Autor | Cómo navegar por el sitio | Ultimas Fotografías | Indice de Fotografías
Licencia Creative Commons