Mire muy bien sus ojos, que esa mirada que apagó la intolerancia nunca se olvide.
Porque cada vez que un Tribunal le quite a una mujer sus hijas sólo por ser lesbiana, le estarán quitando una vez más los derechos a Zamudio. Cada vez que se escuche al presidente del partido de gobierno, Carlos Larraín, igualar a los homosexuales con pedófilos y zoófilos sonarán una y mil veces las primeras botellas reventadas en la cabeza de Zamudio. Cada vez que un exitoso comunicador como Kiké Morandé señale que no tiene nada contra los gays "siempre y cuando no estén cerca de él", sonarán nuevamente los huesos quebrados de Zamudio tras las palancas en sus piernas.
Cada vez que la Iglesia Católica escriba un libro como "Homosexualidad Juvenil: Orientaciones educativo pastorales" se escribirán 3 veces más con vidrios quebrados las swásticas sobre el pecho desnudo de Zamudio. Cada vez que algún parlamentario diga no a la Ley Antidiscriminación, caerá una nueva piedra sobre la cabeza y el tórax ya inmóvil de Zamudio. Cada vez que la prensa apague los micrófonos y las cámaras ante la homofobia del poder, se estará apagando otra vez, una y mil veces, una vida como la de Zamudio.
Porque cada vez que un Tribunal le quite a una mujer sus hijas sólo por ser lesbiana, le estarán quitando una vez más los derechos a Zamudio. Cada vez que se escuche al presidente del partido de gobierno, Carlos Larraín, igualar a los homosexuales con pedófilos y zoófilos sonarán una y mil veces las primeras botellas reventadas en la cabeza de Zamudio. Cada vez que un exitoso comunicador como Kiké Morandé señale que no tiene nada contra los gays "siempre y cuando no estén cerca de él", sonarán nuevamente los huesos quebrados de Zamudio tras las palancas en sus piernas.
Cada vez que la Iglesia Católica escriba un libro como "Homosexualidad Juvenil: Orientaciones educativo pastorales" se escribirán 3 veces más con vidrios quebrados las swásticas sobre el pecho desnudo de Zamudio. Cada vez que algún parlamentario diga no a la Ley Antidiscriminación, caerá una nueva piedra sobre la cabeza y el tórax ya inmóvil de Zamudio. Cada vez que la prensa apague los micrófonos y las cámaras ante la homofobia del poder, se estará apagando otra vez, una y mil veces, una vida como la de Zamudio.
Hace algunos años, había escrito las líneas de más abajo motivado no se bien por qué espeluznante suceso. Hoy, con la muerte de Daniel, puedo constatar una vez más con infinita tristeza que al parecer seguimos todavía muy lejos del verdadero entendimiento. Por él y por todos nuestros muertos.
Por todos nuestros muertos
A Daniel Zamudio
(1987 – 2012)
(1987 – 2012)
Por todos los muertos de la Roma Imperial, echados a pelear contra leones
Por los muertos de la Santa Inquisición, echados a la hoguera en nombre de la Iglesia Católica
Por los millones de indios aniquilados por los conquistadores europeos en apenas unos años, en nombre de la misma Iglesia, la ambición y la ignorancia.
Por todos los esclavos arrancados del Africa para morir en América o en medio del océano
Por los muertos del Genocidio Armenio
Por los muertos de la Primera Guerra
Por los muertos en la Rusia Zarista
Por los muertos en la Rusia Comunista
Por los muertos antes y después de la revolución mexicana
Por todos los negros linchados en el sur de EE.UU.
Por los masacrados en Nanking
Por los muertos de la Segunda Guerra
Por todos los que mueren hasta ahora a causa de las dos bombas atómicas lanzadas por EE.UU. en 1945
Por los muertos de Mussollini, Hitler, Stalin, Pinochet, Sharon, Videla, Milosevic, Stroessner, Fujimori, Somoza, Hussein, Figuereido, Trujillo, Noriega, Franco y todos los dictadores del mundo.
Por los muertos en Argelia
Por los muertos en Cuba
Por los muertos de Vietnam, Camboia y Laos
Por los muertos del Apartheid, y de todas las guerras civiles de Africa
Por todos los Israelíes y Palestinos muertos por un pedazo de tierra y fe.
Por los muertos del Genocidio en Sarajevo, Sbrenica, Kosovo, Serbia y Macedonia
Por el millón de tutsies asesinados en Ruanda en menos de 4 meses durante 1994
Por los muertos de Alí “el Químico” en Irán.
Por los muertos del Talibán en Afganistán
Por los muertos de EE.UU en Afganistán, Irak, Somalia, Nicaragua, Panamá, Chile, Colombia, Granada, Somalia y los más de 100 países invadidos desde el siglo XX
Por todos los niños vagos asesinados en las calles de Brasil
Por todos los muertos de la violencia narco en las calles de Colombia y México
Por todos los gays golpeados hasta morir en las calles del mundo
Por todos los muertos de toda forma de violencia y absurda intolerancia
(nuestra cruel y absurda derrota de cada día)
Por todos ello, por los que digo y los que olvido
y también por los muertos que vendrán
y también por los muertos que vendrán
22 abril 2007