Hace 3 días una roca de una tonelada y media de peso aplastó a Carlos Cárdenas Pillempel, de 36 años, cuando trabajaba en la mina La Carlota, ubicada en La Ligua, Región de Valparaíso.
Un yacimiento que al igual que el de la Mina San José, tampoco cumplía con los estándares de seguridad que la legislación sugiere ni tenía permiso de explotación por parte del , ahora famoso, Sernageomin.
Pero en el caso de Cárdenas Pillempel, aquí no hubo más drama que el que le espera de por vida a su humilde familia, “el dolor de la gente no sale en los diarios” cantaba Chico Buarque. Estamos claros (y ahora más que nunca) de que es otra cosa lo que ha comenzado a aparecer en los medios respecto de los mineros de Atacama. El nuevo reallity de la prensa mundial.
Tan instantánea fue la muerte, tan rápida su noticia, que si bien apareció en varios medios, no alcanzó ninguna notoriedad en la contingencia. El caso Cárdenas ya fue, y es que acaso nunca haya sido tampoco un caso. Una muerte que no alcanza para nada. No hay dividendos que sacar de ningún tipo: ni políticos, mediales, económicos ni personales.
Por eso al lugar no llegó la prensa, ni los canales enviaron a sus trasnochados móviles, La localidad de Sabta Marta de Longotoma es el único lugar del mundo al que no han enviado todavía a Amaro Gómez Pablos. El bueno de Mauricio Bustamante no se entrevistó con los responsables de la explotación ilegal del yacimiento y tampoco se vio por ningún lado la ceja siempre levantada del suspicaz Iván Nuñez. Todavía Farkas no se pone con ningún milloncito para la familia. Hasta el cierre de esta edición el cantante Leo Rey no ha anunciado concierto gratuito.
No alcanza el morbo ni el comercio, no se harán poleras con ninguna frase ni tampoco el cineasta Rodrigo Ortúzar piensa hacer una nueva película, nadie ha comprado aún ningún dominio .cl relacionado con el accidente.
El ministro Golbourne no tuvo que desviar la atención del mundo para que fuera Piñera quien diera la noticia de que por suerte dos mineros alcanzaron a arrancar de la mole que acabó con la vida de su compañero.
El Presidente no tendrá ningún mensaje que fotocopiar y regalar por el mundo como si dejar atrapados a 33 personas bajo tierra por la inconciencia de empresarios y la falta de fiscalizadores sea algo digno de mostrar.
No hay por cierto bandera del maremoto hoy para La Ligua. En este lugar no hay héroes.
Cárdenas Pillempel fue muerto nuevamente como se moría en una mina chilena hasta antes del accidente en San José, las cámaras y el sensacionalismo . Solo y olvidado.
Imagen: Internet